3 de enero de 2010

Ahora que parece que para siempre no dura tanto, que nunca que toda la vida de repente es un rato digo Ahora igual que antes, puedes para siempre odiarme... por un rato más. Puedes olvidarme para toda la vida, olvidar que también hubo alegrias. Pero si prefieres quedarte con años que olvidaste entonces, voy a pedirte no me nombres para siempre, no me nombres para ese rato que es toda la vida. Lo mejor lo voy a seguir dando, te estoy cuidando para siempre de mi, de que no... no me nombres por favor.

Andrés Calamaro.

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